La aplicación de la anestesia y sedación dental puede conllevar una serie de riesgos y complicaciones, y uno de los riesgos que pueden producirse es como consecuencia de una técnica incorrecta. Como en todo tipo de tratamientos, operaciones o intervenciones, la aplicación de la anestesia juega un importante papel, por ello es clave ponerse únicamente en manos de auténticos profesionales del mundo de la odontología para evitar problemas posteriores.
Aquellos dentistas poco capacitados, con escasa experiencia o con desconocimientos de la anatomía pueden inyectar la anestesia en el lugar equivocado. Aunque hay que decir que según estudios realizados, un 91% de los dentistas tienen éxito en la aplicación de la anestesia en el lugar adecuado, el otro 9% fallaron como consecuencia de una mala técnica por parte del propio dentista. De hecho, se puede decir que se trata de una de las complicaciones más frecuentes que los pacientes se pueden encontrar en la consulta del dentista.
Es precisamente por ello que antes de optar por una clínica dental u otra, resulta conveniente informarse previamente de la reputación de la clínica así como de los dentistas que trabajan en la misma para no llevarse sorpresas desagradables. Y es que resulta necesario que el odontólogo sea capaz de reconocer cualquier tipo de problema que pueda surgir en relación a la anestesia dental de un paciente, además de intentar prevenir así como tratar cualquier situación que pueda surgir.
A pesar de que son raras las complicaciones de este tipo, se debe ser especialmente cuidadoso a la hora de elegir una clínica dental, ya que del conocimiento y la experiencia del dentista dependerá en gran medida el éxito en la aplicación de la anestesia dental a los pacientes, de lo contrario se podrían dar situaciones de gravedad como parálisis fácil, dolor, hematomas, isquemia de la piel de la cara, accidentes oculares, entre otras complicaciones. Y tú, ¿confías en tu dentista?