En la actual crisis la gente tiende a dejar de lado las inversiones financieras clásicas. Muchos ahorradores se lamentan de que en estos años de crisis ni los depósitos, la renta variable ni los fondos de inversión les están aportando el calor necesario para mantener su poder adquisitivo y superar, aunque con poco, la inflación.
Buscar otras opciones se hace necesario. Pero, ¿qué propuestas pueden resultar rentables y a la vez cálidas? Para huir del frío de los mercados, una posibilidad es invertir en energía solar fotovoltaica, una alternativa que está reinventándose en esta crisis.
A comienzos del año 2000 se ha empezado a ganar interés en instalar placas solares en cubiertas o huertos de las casas de los particulares. Ahora, no obstante, además de abordar esta posibilidad, las compañías especializadas permiten participar en proyectos empresariales más ambiciosos desde cantidades más accesibles, como 6.000 euros. Con estas iniciativas, se están popularizando este tipo de inversiones. Pero cuidado, no es la panacea ni la solución a todos los males del ahorrador desencantado con las propuestas tradicionales. Se trata de una alternativa no exenta de riesgos. Sólo está recomendada para diversificar una pequeña parte de las carteras de inversores con medio o alto poder adquisitivo y que se planteen un horizonte temporal de largo plazo (mínimo de 25 años).
¿Cómo funciona la inversión?
La inversión en energía solar fotovoltaica requiere la instalación de módulos o paneles fotovoltaicos que se encargan de transformar la luz solar en electricidad, inyectada directa y automáticamente en la red convencional. «La compañía eléctrica instala un contador que registra la energía recibida en su red, de modo que abona al productor el 100% de la energía que se produzca», comentan desde el Grupo Enerpal, especializado en energías renovables. La principal aplicación de estas placas es, por tanto, la producción de energía destinada a la venta. Una de sus ventajas es que presenta una tarifa regulada por ley (por el Real Decreto 1578 del año 2008). «Sobre cubierta, el Kilowatio/hora se paga a 32-34 céntimos. Sobre suelo, a 32 céntimos», explican desde Enerpal. Para Roberto Valdivieso, director de marketing de Parques Solares de Navarra, el actual marco normativo ofrece seguridad para este tipo de inversiones. En su opinión, la rentabilidad anual que pueden ofrecer es del 10% para los próximos 25 años, ya que éste es el periodo de remuneración que contempla la ley.