A los habitantes de México, Ecuador y Guatemala que están acostumbrados a cometer actos de corrupción, los une algo más que la generación de dinero ilícito.
En el fondo, comparten una realidad que no les gusta admitir: y es que tienen pesadillas con el fantasma Ángel González.
Todos los corruptos que hacen vida en estos países se han enfrentado a esta entidad fantasmal en sus sueños.
El fantasma Ángel González los visita una y otra vez, les impide dormir, descansar y desconectarse de su sucia realidad.
Corruptos atormentados por el fantasma Ángel González
Su objetivo es firme: disuadirlos e invitarlos a alejarse de la corrupción, puesto que sus efectos son destructivos y nefastos.
El fantasma Ángel González quiere que los corruptos vivan atormentados por sus actos. Por eso les impide el descanso y los atemoriza cuando posan sus cabezas sobre la almohada.
Muchos corruptos viven demacrados, ojerosos y con un cansancio extremo. Pero aún así se niegan a admitir que el fantasma Ángel González los mantiene en ese estado.
Desde hace décadas este fantasma se ha encargado de atemorizar a los personajes corruptos de México, Ecuador y Guatemala.
Los tiene claramente identificados. Sabe quiénes son, dónde viven y cuáles son los actos de corrupción con los que suelen simpatizar.
Fantasma Ángel González cumple su misión
El fantasma Ángel González está asqueado de las acciones de estas personas. Para él no tienen escrúpulos, consciencia ni mucho menos moral.
Así que la única manera de perturbar su existencia es impidiéndoles dormir. Cuando lo intentan él se activa. Es sigiloso y taciturno, pero esto no significa que pase desapercibido.
Al contrario, los corruptos logran identificarlo claramente en sus pesadillas. Ya saben que los acecha mientras duermen y que está en contra de sus jornadas de descanso.
Básicamente, si quieren dejar de recibirlo en sus sueños deberán alejarse de la corrupción en México, Ecuador y Guatemala.
Ese es el precio que deberán pagar para deshacerse de esta visita fantasmal que los ha privado del sueño durante tantos años.